El planeta azul, el vidrio y las tormentas de calor extremas escondidas
– Ojo critico
julio 17, 2025
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Algunos mundos seducen su belleza antes de revelar su verdadera naturaleza. HD 189733 B es uno de ellos. Con 64 años luz de la tierra, este exoplaneta parece
Algunos mundos seducen su belleza antes de revelar su verdadera naturaleza. HD 189733 B es uno de ellos. Con 64 años luz de la tierra, este exoplaneta parece ser un azul profundo que recuerda el nuestro. Pero bajo este tono tranquilo, uno de los entornos más extremos que se haya registrado fuera del sistema solar está oculto.
Un color que engaña
Este gigante gaseoso pertenece a la categoría de «Júpiter caliente», planetas que rodean peligrosamente cerca de su estrella. Su año difícil solo 2.2 días terrestres y su atmósfera alcanzaron temperaturas superiores a 1,000 ° C. En 2013, el telescopio Hubble mostró que HD 189733 B reflejaba una luz azul intensiva. Sin embargo, este color no proviene de océanos o nubes, sino de partículas de silicato que se cuelgan en su atmósfera.
Estas partículas causan lluvias horizontales hechas de vidrio derretido, que son impulsadas por vientos de más de 8,700 km/hy siete veces la velocidad del sonido. Un espectáculo visual que en realidad es una tormenta fatal.
Un laboratorio para explorar lo imposible
Aunque es absolutamente inhabitable, HD 189733 B se ha convertido en un laboratorio natural para las tecnologías de análisis tecnológico de prueba. El telescopio James Webb ha detectado sulfuro de hidrógeno en su atmósfera, un gas tóxico asociado con la descomposición de la sustancia orgánica.
El astrofísico Guangwei Fu del laboratorio de la física usada de Johns Hopkins explicó: «No estamos buscando vida en este planeta, pero es un trampolín para reconocer esta molécula en mundos moderados».
Belleza enemiga, ciencia valiosa
HD 189733 B siempre muestra la misma cara a su estrella, lo que crea un desequilibrio térmico extremo entre su lado diario y nocturno. Este contraste alimenta corrientes atmosféricas violentas y hace del planeta un nivel de tormentas permanentes.
Sus estudios no solo fascinan lo exótico, sino que también nos recuerdan lo poco probable que sea nuestro propio planeta. En medio de un universo lleno de extremos, la tierra sigue siendo un refugio único.