En una noche memorable para el baloncesto colombiano, Paisas Medellín ganó el miércoles 16 de julio, su primer campeonato en la Liga de Baloncesto Profesional, después de ganar con la Autoridad 91-71 a Caimanes Del Llano en el Álvaro Mesa Amaya Coliseo en Villavicencio. Con esta victoria, el equipo de Paisa selló la serie final 3-0 y escribió un nuevo capítulo dorado en la historia del deporte de Antioquia.

Dirigido por el estratega venezolano Daniel Seoane, los antioqueños impusieron su estilo desde el primer minuto, dejando en claro por qué eran la ofensiva más temida del torneo. El primer cuarto fue un verdadero golpe de autoridad: un abrumador 28-9 que silenció a los más de 4,000 fanáticos que llenaron el Coliseo para apoyar las instalaciones.

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A pesar del comienzo abrumador, Caimanes Del Llano mostró el personaje en el segundo cuarto. Con Alejo Britos y Gianfranco Espíndola liderando la reacción, lograron un 2-13 parcial que revivió las esperanzas de un regreso. Sin embargo, el dúo estelar de Pisas Medellín – Hansel Atance y Juan Diego Tello Palacios – tomaron el control del juego en la segunda mitad.

Los antioqueños administraron la ventaja con la inteligencia y dominaron nuevamente en el tercer cuarto (21-17) antes de cerrar la noche con otro contundente parcial (29-17) que aseguró el título con un puntaje final de 91-71.

Este campeonato representa el primer título oficial en la historia de Paisas Medellín, y se suma al legado del baloncesto Antioquia, que ya había celebrado conquistas con equipos como Antioquia-Sprite (1990), Paisas de Antioquia (1993, 1996, 2001, 2010) y Mountain Academy (2016).

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La gran figura de la serie final fue el veterano Juan Diego Tello Palacios, quien fue elegido como el jugador más valioso (MVP) después de promediar 16.3 puntos, 13.6 rebotes y 4 asistencias por juego. Tello, considerado por muchos como el mejor jugador colombiano de todos los tiempos, agrega un nuevo título a su ilustre carrera y lidera un equipo que ya se registró en la historia del deporte nacional.

Paisas Medellín no solo tomó la corona, sino que dejó una marca indeleble como un equipo campeón colombiano sólido, ambicioso y digno.