El Real Madrid afronta la UEFA Champions League con la urgencia histórica de conquistar una nueva orejona, sintiendo la presión de seguir siendo el rey indiscutible del torneo continental europeo
El conjunto merengue llega a esta edición de la Liga de Campeones con la urgente necesidad de levantar el trofeo, consciente de que su legado como club más laureado de Europa exige seguir sumando títulos continentales. El Real Madrid considera que no ganar la Liga de Campeones representaría un fracaso inaceptable para una institución acostumbrada a dominar el torneo más importante del fútbol de clubes. La dirigencia, Carlo Ancelotti y los jugadores están alineados con un mismo objetivo: conquistar el decimosexto título de la Orejona que consolide aún más su leyenda europea.
La presión sobre el conjunto blanco es enorme, con la afición merengue esperando que su club vuelva a lo más alto del continente tras la sequía que no tolera en el Santiago Bernabéu. Madrid tiene una plantilla de estrellas mundiales creada específicamente para triunfar en Europa, y cualquier resultado que no sea el título se considerará un completo fracaso. El equipo blanco no juega la Champions para participar: la juega para ganarla, manteniendo viva la mística ganadora que le ha convertido en amo absoluto de la competición más prestigiosa del fútbol mundial.