Siguiente Papa –
- abril 27, 2025
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Después de la muerte del Papa Francisco el 21 de abril, sus restos reposarán en la Basílica Santa María La Mayor de Roma, convirtiéndose en el primer pontífice
Después de la muerte del Papa Francisco el 21 de abril, sus restos reposarán en la Basílica Santa María La Mayor de Roma, convirtiéndose en el primer pontífice
Después de la muerte del Papa Francisco el 21 de abril, sus restos reposarán en la Basílica Santa María La Mayor de Roma, convirtiéndose en el primer pontífice enterrado fuera del Vaticano desde 1903. Este importante evento marca el inicio formal del proceso para elegir a su sucesor. El cónclave, que estará compuesto por 135 cardenales, la mayoría de los cuales fueron designados por Francisco, se llevará a cabo entre 15 y 20 días después de su fallecimiento. Este período previo se conoce como TI. Novedad.
La composición de este cónclave será notable por su diversidad global, reflejando una iglesia más abierta y representativa. Esta pluralidad es atribuible a las decisiones de Francisco de incluir cardenales de regiones históricamente marginalizadas, tales como Birmania y Marruecos. Sin embargo, es fundamental señalar que Europa continúa siendo la región con mayor representación, lo que podría influir en las dinámicas internas de la votación.
A pesar de que Francisco designó a muchos de los cardenales que participarán en el cónclave, esto no asegura que el próximo Papa seguirá su línea de reformas. El Colegio Cardenalicio está buscando un perfil de reconciliación que sea capaz de unir las distintas corrientes internas de la Iglesia: conservadores, moderados y progresistas. Este enfoque es clave para asegurar una elección que represente la variedad de opiniones dentro de la Iglesia Católica.
Entre los nombres que suenan con fuerza para la posible sucesión se encuentran figuras como Pietro Parolin (Italia), Robert Prevost (EE. UU.), Mario Grech (Malta), Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo), Cristóbal López Romero (España/África) y Matteo Zuppi (Italia). Sin embargo, también hay nombres de figuras conservadoras, como Gerhard Müller y Robert Sarah, aunque sus posibilidades son consideradas menos viables en comparación con otros candidatos.
Además, las congregaciones públicas continúan llevándose a cabo en Roma, donde los cardenales están intercambiando ideas y visiones antes de entrar en la Capilla Sixtina para las elecciones. Este espacio de diálogo es crucial, ya que en ocasiones anteriores, como en 2013, un discurso significativo ha podido inclinar la balanza en favor de ciertos candidatos. Esto ocurrió con Jorge Mario Bergoglio, quien posteriormente se convirtió en el Papa Francisco.
La elección del nuevo Papa tiene el potencial de marcar un nuevo rumbo para la Iglesia, dependiendo de quién sea elegido y cuáles sean sus prioridades. Se anticipa que este proceso electoral será un momento crítico para la administración del Vaticano y para la comunidad católica a nivel mundial, ya que el nuevo líder deberá enfrentar desafíos contemporáneos tanto dentro como fuera de la Iglesia. La atención mundial estará fija en Roma durante este cónclave, ya que el resultado de estas elecciones podría tener repercusiones significativas para el futuro de la religión católica.