Marina Thromba Sares dijo en Arroyo de Piedra y deja más de 30 casas afectadas
mayo 2, 2025
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En la tarde del miércoles 1 de mayo, los residentes del Corregimiento Arroyo de Piedra, ubicado en la jurisdicción de la comuna Luruaco en el Atlántico, enfrentaron un
En la tarde del miércoles 1 de mayo, los residentes del Corregimiento Arroyo de Piedra, ubicado en la jurisdicción de la comuna Luruaco en el Atlántico, enfrentaron un día que quedará grabado en su memoria como uno de terror y destrucción. Un fenómeno natural inusual conocido como arbusto marino azotó la región, causando daños significativos, afectando el equilibrio de más de 30 viviendas, resultando en la demolición de varias de ellas y dejando al menos a tres personas con heridas. Este evento inesperado dejó a la comunidad atónita ante la magnitud de la fuerza de la naturaleza.
El aterrador fenómeno se presentó alrededor de las 3:30 de la tarde, cuando, según los testimonios de los residentes, se desató un viento intenso que comenzó a traer consigo el caos. «Estábamos en nuestras casas, y de repente un viento muy fuerte comenzó a soplar. Todo empezó a moverse y temblar, los objetos fueron levantados del suelo, y los techos volaron. Nunca habíamos experimentado algo así«, comentó un habitante de la zona afectada, describiendo el miedo palpable que invadió a la comunidad.
Afectación de heridas y daños materiales
Trombo marino en el Atlántico. Foto:Cortesía
En medio del caos, según los informes preliminares de la comunidad, varias personas resultaron heridas, incluyendo a una mujer y dos hombres que sufrieron contusiones y lesiones en la cabeza. Los residentes se unieron para ofrecer atención a los heridos, trasladándolos a centros médicos cercanos para recibir tratamiento.
Las grabaciones que circulan en las redes sociales muestran el terror vivido por los residentes a medida que el fenómeno se desataba. En uno de los videos, se puede escuchar a una mujer pidiendo ayuda y clamando a Dios mientras observa cómo el fenómeno se dirigía hacia la Ciénaga. «¡Baja, el coágulo marino cae! A medida que se acerca al pantano, verás cómo lloverá. ¡Mi Dios, amado Padre, toma el control, Señor, toma el control!«, exclamaba con voz temblorosa mientras grababa la escena, reflejando el profundo temor y la incertidumbre que rodeaba a la comunidad.
La situación fue desoladora: techos destechados, árboles caídos, paredes colapsadas, y calles cubiertas de escombros. Muchas de las casas, construidas con materiales poco resistentes, quedaron en ruinas, reducido a escombros de madera, láminas de zinc y concreto destrozado.
Urgente llamado a las autoridades
Trombo marino en el Atlántico. Foto:Cortesía
Ante la gravedad de este incidente, los líderes de la comunidad hicieron un llamado urgente a las autoridades departamentales y nacionales para que evaluaran la situación y brindaran apoyo inmediato a las familias afectadas.
“Desafortunadamente, lo que acaba de suceder ha causado daños severos a varios sectores de nuestra población. Es necesario que la defensa civil y otras entidades relevantes estén presentes para evaluar los daños y activar los protocolos de emergencia”, expresó un líder del distrito, resaltando la necesidad apremiante de una intervención adecuada.
En respuesta inicial, se ha confirmado que el equipo de prevención de desastres del Atlántico llevará a cabo una evaluación en el área el jueves 2 de mayo. Esta visita técnica permitirá entender mejor el impacto del fenómeno natural y establecer un plan de acción que incluya asistencia inmediata y soluciones a mediano plazo para los afectados.
“El Secretario determinará qué medidas se implementarán para que la comunidad pueda sentirse más segura y para minimizar el impacto económico del desastre.”, añadió un portavoz de la comunidad, enfatizando la importancia de la comunicación y el apoyo en este momento crítico.
Esperan ayuda pronta
Casas de personas afectadas y heridos. Foto:Cortesía
Mientras tanto, la población continúa lidiando con las secuelas del desastre, tratando de recuperar lo poco que les quedó en pie. Muchas familias están durmiendo al aire libre, algunas se han refugiado con vecinos o familiares, y muchas más están clamando por ayuda humanitaria. Las necesidades más apremiantes incluyen esteras, alimentos no perecederos, agua potable, kits de limpieza y materiales de construcción para iniciar la recuperación.
Este fenómeno ha encendido alertas sobre la vulnerabilidad de las comunidades del Atlántico costero ante eventos climáticos extremos, que, debido al cambio climático, están ocurriendo con más frecuencia. La población de Arroyo de Piedra espera que esta tragedia sirva como un llamado de atención para fortalecer los sistemas de respuesta ante desastres naturales.
En medio del dolor y la incertidumbre, la comunidad se organiza para enfrentar la adversidad, manteniendo viva la esperanza de una intervención oficial que les brinde la ayuda necesaria para superar este difícil momento y reconstruir sus vidas entre los escombros.