El miércoles, el Paris Saint-Germain logró una victoria crucial contra el Arsenal en la semifinal de la Liga de Campeones, marcando el camino hacia su segunda final en esta prestigiosa competencia continental desde la temporada 2019-2020. Los jugadores Fabián Ruiz y Achraf Hakimi fueron clave para el triunfo del PSG, que se alista para enfrentarse al Inter de Milán en la final programada para el 31 de mayo en Múnich.

Luego de sufrir una derrota 0-1 en el partido de ida, el PSG tuvo que resistir un inicio prometedor por parte del equipo inglés. Sin embargo, los parisinos lograron marcar un gol en cada mitad, asegurando así su clasificación. El equipo dirigido por Luis Enrique Martínez ya se encontraba mentalizado y enfocado en el esperado evento final. En contraposición, el Arsenal, que tenía en mente llegar a su segunda final de la Liga de Campeones desde 2006, se vio obligado a quedarse en el camino.

El enfrentamiento en el Parque de los Príncipes comenzó con el Arsenal intentando replicar el fuerte inicio que habían tenido en el estadio Emirates. Sin embargo, el talento del portero Gianluigi Donnarumma fue determinante, ya que realizó dos intervenciones sobresalientes contra los intentos de Gabriel Martinelli y Martin Ødegaard. Adicionalmente, Declan Rice, quien mostró una gran energía durante todo el partido, tuvo una oportunidad clara en los primeros minutos, pero su remate se fue desviado.

A pesar de la ausencia de Ousmane Dembélé, el PSG logró mantener la calma en su salida, moviendo el balón en busca de oportunidades. Sin embargo, el Arsenal presionó intensamente, lo que les permitió crear varias ocasiones, pero sin lograr concretarlas. Tras un comienzo lleno de ansiedad, Luis Enrique despejó las dudas de su equipo con un disparo potente de Kvaratskhelia que impactó el poste, advirtiendo al arsenal inglés que no podían caer en descuidos.

Acto seguido, llegó el momento decisivo en el que, con la fiesta en el tercer cambio completo, el PSG recibió una falta en el área del Arsenal. Fabián Ruiz se encargó de ejecutar, controlando el balón de forma precisa y disparando con fuerza. Ese gol al minuto hizo que el equipo se sintiera más seguro. Posteriormente, Mikel Merino intentó seguir el ejemplo de su compañero, pero sus intentos fueron desviados, dejando a un PSG que, a pesar de no dominar el juego, se fue con una ventaja favorable al descanso.

La reanudación trajo consigo más disputa en el campo, y los jugadores locales, aunque un poco cansados, se dedicaron a buscar un gol que les diera más tranquilidad en el marcador. El Arsenal, persistente, también intentó crear peligro, enfocándose especialmente en Bukayo Saka. No obstante, era el PSG quien terminó estableciendo una jugada súbita tras una intervención del VAR, que sorprendió a todos al señalar una mano en el área del Arsenal. Hakimi se encargó del penal, y aunque David Raya lo detuvo, Hakimi finalmente pudo marcar el 2-0 tras aprovechar una oportunidad tras un rebote.

A medida que avanzaba el partido, el Parque de los Príncipes vibraba con la expectativa de una inminente final, aunque el PSG, en algunos momentos, se mostró inseguro. Casi provocando un susto, Saka tuvo una oportunidad clara que pudo haber reducido distancias, pero el PSG logró reaccionar y, con el regreso de Dembélé al campo, sentenció el partido, asegurando así su retorno a la final de la Liga de Campeones cinco años después.

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