Fue su visita como el Augustinate anterior
- mayo 8, 2025
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En Barranquilla, el reciente nombramiento del obispo estadounidense Robert Francis Prevost como Papa Leo XIV ha sido recibido con gran alegría y emociones a flor de piel. Este
En Barranquilla, el reciente nombramiento del obispo estadounidense Robert Francis Prevost como Papa Leo XIV ha sido recibido con gran alegría y emociones a flor de piel. Este
En Barranquilla, el reciente nombramiento del obispo estadounidense Robert Francis Prevost como Papa Leo XIV ha sido recibido con gran alegría y emociones a flor de piel. Este nuevo líder de la Iglesia Católica trae consigo una historia que está indefectiblemente entrelazada con esta vibrante ciudad caribeña colombiana, donde dejó una huella indeleble durante su tiempo como general de la Orden de San Agustín del 2001 al 2012.
Prevost se destacó en su cercanía con las comunidades religiosas agustinianas en Colombia. Barranquilla fue una de las localizaciones donde implementó su plan de misión, visitando de manera personal diferentes comunidades y compartiendo momentos significativos con sacerdotes, estudiantes y feligreses. En particular, su legado es recordado con afecto en la escuela secundaria de Cervantes y en la parroquia de San Nicolás, un templo agustiniano que ha acompañado históricamente al fiel centro de la ciudad.
Fray Ronald Antívar Muriel, actual vicario provincial de Aguanianos en Colombia y rector de la escuela secundaria de Cervantes, ha tenido la oportunidad de presenciar de cerca esta influencia durante las visitas de Prevost.
Tuvimos la oportunidad de compartir con él. Fue una presencia cálida y muy fraternal. Siempre decía que se sentía como en casa aquí. Es un hombre educado, sonriente y modesto. Su liderazgo nunca ha sido gravado, sino profundamente pastoral
Fray Ronald Antívar MurielGobernador de Augustian provincial en Colombia
Papa Leo XIV. Foto:Andrej Isakovic / AFP
A pesar de su origen americano, el nuevo Papa ha tenido una carrera que está profundamente marcada por su tiempo en América Latina. Antes de alcanzar altos cargos en el Vaticano, pasó más de dos décadas en Perú como Agustino Misionero, donde ganó el aprecio de toda la comunidad gracias a su dedicación y sensibilidad pastoral. Esta experiencia le permitió combinar su ministerio con las realidades sociales y espirituales del continente, brindándole un entendimiento profundo de su contexto.
«Es muy nuestro, tiene el corazón de América Latina. Su forma de ser, su simplicidad y su capacidad de escuchar le permitió sentirse parte de nuestra comunidad«, comentó Fray Antívar Muriel. Por esta razón, la elección de Prevost no fue solo sorprendente para los agustinos y los fieles en Colombia, sino que también fue simbólica. «Es un regalo de Dios para la iglesia, así como para nuestra orden.«, añadió.
Asimismo, la Arquidiócesis de Barranquilla celebró la llegada de Leo XIV. Monseñor Édgar Mejía, obispo auxiliar, recordó su encuentro con el nuevo Papa en Roma en el 2024, cuando Prevost ocupaba el cargo de prefecto del suministro de DICA para los obispos. «Lo percibí como una persona humilde, simple y con un fuerte sentido pastoral», expresó Mejía.
El obispo también hizo hincapié en la consistencia entre los pensamientos de Leo XIV y las bases establecidas por el Papa Emérito Francisco. «En sus primeras palabras como Papa, mostró claramente su deseo de fomentar la unidad y el diálogo, así como continuar la Iglesia en un camino de salida. Esto representa una esperanza de continuidad con el pontificado anterior«, subrayó.
Barranquilla, Colombia. Iglesia de San Nicolás en el centro de la ciudad. Foto:Vanexa Romero/
Además de su conexión con la comunidad educativa de la escuela secundaria de Cervantes y la parroquia de San Nicolás, Prevost también mostró un profundo interés en la historia de la presencia agustiniana en la región del Caribe, que se ha entrelazado con la fundación de ciudades como Barranquilla y el proceso de evangelización en el norte del país a lo largo de los siglos.
«Nuestra misión y la esencia del misionero están intrínsecamente relacionadas con la historia fundadora de esta ciudad. Él entendía y valoraba la importancia de mantener viva la memoria en la construcción de la fe», explicó Fray Antívar. La presencia de los agustinos en la región se remonta al siglo XVII y fue crucial para fomentar el liderazgo, la promoción educativa y el trabajo pastoral en comunidades vulnerables.
En la actualidad, los miembros de la Orden y muchos barranquilleros fieles ven con orgullo a este religioso, quien un día los visitó con humildad y una sonrisa sincera, y que ahora ha asumido el papado bajo el nombre de Leo XIV. Un líder cercano y competente a las realidades del continente, que acepta la importante responsabilidad de guiar la Iglesia Católica en un momento trascendental.
«Que el Señor acompañe al Papa Leo XIV en esta nueva misión. Estamos seguros de que, con su espíritu latino y su corazón misionero, nos representará con amor y sabiduría«, concluyó Monseñor Mejía.