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EN El contexto de las crecientes tensiones institucionales y designado para respetar la separación del poder en Colombia, el presidente del Tribunal Constitucional, el juez Jorge Enrique Ibáñez,
EN El contexto de las crecientes tensiones institucionales y designado para respetar la separación del poder en Colombia, el presidente del Tribunal Constitucional, el juez Jorge Enrique Ibáñez, El viernes, la defensa iluminada de la autonomía judicial y el equilibrio entre las autoridades públicas. Su intervención tuvo lugar como parte de la 59ª Convención Bancaria, que tiene lugar en Cartaagen y resonó entre los líderes de los sectores financieros, políticos y comerciales del país.
Ibáñez Recordó que la historia de Colombia muestra que la fuerza de las instituciones democráticas y su capacidad para funcionar de forma independiente son el mejor antídoto contra la arbitrariedad. y tentación de concentrar el poder.
Fue durante el mensaje que parecía, de manera velada, debates en curso sobre el posible fracaso del equilibrio de permisos.
Si las instituciones operan, la democracia se basa. Y si la democracia se basa, la dignidad y la libertad de cada ciudadano seguirán siendo y siempre un horizonte que da sentido a nuestra vida común
Jorge Enrique Ibáñez MagistradoPresidente del Tribunal Constitucional
Presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Jorge Enrique Ibáñez en Asobancaria. Foto:Ashobancaria
Para el presidente del tribunal constitucional, La democracia constitucional es más que un sistema de arquitectura gubernamental o política: Es un pacto social y legal que proporciona coexistencia pacífica, justicia y respeto por los derechos fundamentales.
Este pacto, como enfatizó Ibáñez, se expresa en distinguir y distribuir los derechos entre los órganos del Estado, en el suplemento constitucional y la existencia de la institución. capaz de resistir tanto la presión política como la tentación de desbordar el poder.
«No podemos hablar de la libertad si la autoridad de evaluación no está separada del derecho a las regulaciones o la autorización para administrar»Recordó, recordando los principios clásicos del constitucionalismo.
El juez era firme en La autonomía de las ramas judiciales es necesaria para proteger los derechos de los ciudadanos y evitar que el poder se convierta en un instrumento de abuso.. Confirmó que el interés general no es equivalente al interés de la mayoría a corto plazo, sino que debe garantizar la inclusión de todos, incluidas las minorías.
Presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Jorge Enrique Ibáñez en Asobancaria. Foto:Ashobancaria
En una parte particularmente emocional de su discursoIbáñez recordó que este mes hay 68 años de uno de los momentos más importantes en la renovación democrática de Colombia: Consultas de 1957, que devolvieron la orden constitucional después de la dictadura establecida en 1953.
«Esta es una sociedad civil (criadores, comerciantes, banqueros, industriales, estudiantes, mujeres y hombres) promovió la restauración del orden constitucional– Dijo.
Este ejemplo, dijo Debe usarse como un recordatorio de que la sociedad civil sigue siendo un actor clave para mantener la democracia.
«La sociedad civil no es un obstáculo para la gestión; por el contrario, es el mejor antídoto contra la arbitraje y el voluntariado».Él condenó.
Presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Jorge Enrique Ibáñez en Asobancaria. Foto:Ashobancaria
El juez lo advirtió La identificación de la institución no resulta de la fuerza o popularidad del pasajero, sino el respeto por los valores básicos de la democracia: Justicia, justicia y derecho humano.
«Las autoridades no se establecen como un trastorno o un orden público perturbador. Su deber es garantizar la coexistencia pacífica y el funcionamiento normal de la institución «, dijo.
Salvar la lección de James Madison, uno de los padres del constitucionalismo moderno, Ibáñez lo recordó Todos los gobiernos deben tener suficiente poder para gobernar, pero también deben controlarse para no destruir las libertades que prometen proteger.
Es por eso que dijo que el sistema de frenos y contrapeso es necesario: «De esta manera, asegura que el cuerpo de cada estado actúe en su alcance de los derechos, evitando el control de pasiones o intereses individuales sobre el interés general y el orden legal».
Presidente del Tribunal Constitucional, magistrado Jorge Enrique Ibáñez en Asobancaria. Foto:Ashobancaria
El presidente del tribunal enfatizó que, En la democracia en la que operan las instituciones y el poder judicial mantiene su independencia, los pidiendo ruptura constitucional pierden su fuerza. «La confianza de la ciudadanía en el sistema es la mejor armadura contra los discursos radicales», dijo.
En este sentido, Llamado a todos los actores – autoridades, ciudadanía y sociedad civil – Renovación de la obligación con la democracia constitucional y el respeto por la ordenanza legal.
«El control constitucional no es solo la tarea del tribunal constitucional o las autoridades judiciales; Esta es la obligación de toda la sociedad civil: enfatizó.
Y terminó el mensaje claro: «Exigir que las autoridades observen las constituciones que respeten la ley y las decisiones judiciales hoy es el mayor acto de patriotismo que podemos realizar. Porque si las instituciones funcionan, la democracia se basa. «
