Anciana muerta y dos hojas de ataque solarial herido
- mayo 17, 2025
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Temprano en la mañana del sábado 17 de mayo se convirtió en una escena de terror en el área San José del Pando, al sur de Santa Marta.
Temprano en la mañana del sábado 17 de mayo se convirtió en una escena de terror en el área San José del Pando, al sur de Santa Marta.
Temprano en la mañana del sábado 17 de mayo se convirtió en una escena de terror en el área San José del Pando, al sur de Santa Marta. A las 4:30 de la mañana, un estallido de disparos rompió la tranquilidad del vecindario, generando pánico entre los residentes. Un grupo de individuos enmascarados irrumpió en una vivienda buscando a un hombre conocido por el alias «El Mono». En medio de este caos, los disparos no se hicieron esperar, convirtiendo una noche común en un episodio aterrador y trágico.
En el transcurso del ataque, una mujer de 92 años, identificada como Inés Mercedes Manga Rodríguez, fue la primera víctima. La anciana estaba acostada en su cama junto a su familia cuando los agresores abrieron fuego, disparando indiscriminadamente y sin compasión, sin conseguir localizar a su objetivo. La situación se tornó más grave cuando la nieta de la víctima, María Claudia Ulloa Correa, y su bisnieto de 10 años, Jefferson, resultaron heridos y fueron trasladados de urgencia a un centro médico donde actualmente se encuentran en observación.
Testigos del suceso señalaron que se escucharon al menos veinte detonaciones, seguidas del ruido de varias motocicletas que se alejaban rápidamente del lugar. Al cabo de unos minutos, los vecinos, aterrados, salieron de sus hogares solo para encontrarse con la devastadora escena: una anciana muerta en su cama debido a los tiroteos, mientras que su nieta y su niño luchaban por sus vidas. Esta angustiante situación evidenció la pérdida de inocencia y la creciente ola de violencia que afecta a la comunidad.
Ciudad panorámica de Santa Marta. Foto:Civitatis
Se cree que el ataque estaba dirigido como un mensaje a la banda de «mono» Ulloa, un individuo con presuntas conexiones con organizaciones criminales en la región y quien ya había sido víctima de otros atentados en el pasado. En un incidente similar, ocurrido el 21 de diciembre de 2023, dos de sus hijos, Carlos e Iván Herrera, fueron asesinados fuera de su hogar. Desafortunadamente, ahora ha sido el turno de su madre y su hija.
Este ataque es solo uno de los varios hechos violentos que se han desatado esta semana en los barrios del sur de Santa Marta. El miércoles 14 de mayo, un hombre identificado como Lewis Meriño Gutiérrez fue asesinado cerca de una iglesia en el barrio María Eugenia, donde una mujer inocente también resultó herida. Al día siguiente, Cizer Mejía Paz fue ultimado en el sector de El Pando, y el día viernes, otro hombre, Omar Alarcón, fue asesinado en María Eugenia. Esa misma noche, un grupo de cinco jóvenes que conversaban en la esquina fue atacado por hombres a bordo de motocicletas, lo que dejó a dos personas heridas. Todos estos incidentes están relacionados con la lucha entre pandillas criminales que buscan controlar zonas estratégicas para el tráfico de drogas y otros delitos ilícitos.
Frente a la creciente ola de violencia, el alcalde Carlos Pinedo Cuello ha decidido aumentar la presencia de fuerzas del orden en los barrios del sur. Elementos del ejército y unidades de la Policía Metropolitana han sido desplegados en puntos estratégicos de la ciudad con el objetivo de contener la escalada de violencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos. «No permitiremos que los delincuentes siembren el terror. Las instituciones están trabajando incansablemente para restaurar la paz en estos sectores», afirmó el alcalde.
El ejército ya está presente en el área. Foto:Redes sociales
A pesar de los esfuerzos, los residentes de la zona se sienten atrapados entre los disparos. Muchos de ellos expresan su miedo y solicitan garantías de seguridad. «Aquí sufren los inocentes. No podemos ni dormir tranquilos», comentó un vecino del barrio El Pando, reflejando el temor que recorre la comunidad.
La muerte de Doña Inés ha causado un profundo impacto en la comunidad. Era conocida por su alegría, vitalidad y carisma. A pesar de su avanzada edad, mantenía una vida activa y era querida por sus vecinos. Esta no es la primera vez que la tragedia toca su vida; en 1996, durante el Día de la Madre, perdió a sus tres hijas en un hecho de violencia en Ciénaga, su lugar natal.
Su historia es un claro reflejo de la violencia que azota a Santa Marta, la cual no hace distinción entre generaciones o personas inocentes. En el día de hoy, su nombre se suma a la lista de víctimas de la guerra urbana que afecta a buenos ciudadanos en medio del caos. Las autoridades continúan con las investigaciones, pero los habitantes de Santa Marta claman por acciones urgentes y efectivas que ayuden a restaurar la paz en la región.
Capturando «Gardel», ex cantantes Foto:
Roger Urieles durante Santa Marta. En x @Rogeruv [email protected]