Aunque las mujeres forman el 46 por ciento de las empresas en 2024, mantienen sus genitales
mayo 9, 2025
0
En el año 2024, cerca de la mitad de las nuevas empresas que se crearon en Colombia fueron registradas por mujeres, lo que refleja un avance en su
En el año 2024, cerca de la mitad de las nuevas empresas que se crearon en Colombia fueron registradas por mujeres, lo que refleja un avance en su participación en el ámbito empresarial. No obstante, las brechas de género continúan siendo significativas en el entorno de los negocios. Este hecho pone de manifiesto la urgencia de abordar la «pista de capital: brechas y desafíos que enfrentan las mujeres emprendedoras» para insertarse efectivamente en el ecosistema empresarial.
De acuerdo con un informe presentado durante un foro organizado por mujeres emprendedoras, el rendimiento de las empresas lideradas por mujeres es un 10 % inferior al de aquellas dirigidas por hombres. Esta disparidad, según datos del laboratorio de rendimiento y competitividad empresarial, supera la media mundial, lo que pone en evidencia la necesidad de investigar más a fondo las causas detrás de estas diferencias.
Un análisis de las disparidades de género en el ámbito laboral
En el transcurso de 2024, aproximadamente 217,000 nuevas empresas se registraron en Colombia, de las cuales 100,000, lo que representa un 46 %, fueron registradas bajo la dirección de mujeres. A simple vista, este dato presupone una participación considerable de las mujeres en la creación del tejido empresarial; sin embargo, solamente el 0,4 % de las empresas dirigidas por mujeres logran escalar a tamaños medios o grandes, una cifra que contrasta notablemente con el 2 % de las empresas masculinas. Además, se observa que el 97 % de las empresas lideradas por mujeres son consideradas microempresas, superando el 90 % que se presenta en el caso de las empresas masculinas.
Istock Foto:Istock
Esta alta proporción de microempresas plantean un desafío significativo, ya que implica menor acceso a mercados formales y cadenas de valor, además de una mayor vulnerabilidad a las fluctuaciones económicas.
Las estadísticas muestran que las microempresas y los trabajadores por cuenta propia en general oscilaron en su crecimiento con una frecuencia mucho menor. Asimismo, las empresas dirigidas por mujeres generaron un promedio de 11 puntos porcentuales menos en términos de empleo en comparación con las empresas lideradas por hombres, brecha que se amplía a 30 puntos si se analiza solo el empleo formal. Estos datos reflejan no sólo las características de los emprendedores, sino que también evidencian prácticas de gestión y financieras que requieren un mayor fortalecimiento.
El acceso al financiamiento presenta una disparidad clara: globalmente existe una brecha de cuatro puntos en la posesión de cuentas bancarias entre hombres y mujeres; esta diferencia se incrementa a seis puntos en naciones en desarrollo como Colombia. En cuanto al acceso al crédito, las mujeres reciben menos recursos, lo que limita drásticamente su capacidad para invertir y escalar sus proyectos.
La participación de las mujeres en la propiedad de empresas ha registrado un auge: En 2023, el 62.5 % de las empresas con al menos un socio incluían a mujeres, y el 24.6 % contaba con ellas en posiciones gerenciales. Sin embargo, se mantienen barreras significativas que obstaculizan la equidad en la toma de decisiones y en la dirección administrativa.
Desafíos estructurales y señales de avance
Uno de los obstáculos más relevantes es la carga desproporcionada de las tareas domésticas y de cuidado: mientras que los hombres dedican un promedio de tres horas al día a actividades no remuneradas, las mujeres dedican casi ocho horas. Este desbalance reduce considerablemente el tiempo que las mujeres pueden destinar a gestionar y expandir sus negocios.
Con respecto a los créditos, las mujeres reciben menos recursos Foto:Tiempo / bondad del archivo
En términos de comunicación y capacitación, el sector privado ha comenzado a abordar las brechas existentes mediante programas en telecomunicaciones que han implementado tecnología y acceso a Internet en comunidades rurales y urbanas marginadas. A pesar de estos esfuerzos, la infraestructura y la falta de habilidades digitales siguen limitando la inclusión de mujeres en el sector tecnológico. Según Maria Consuelo Castro, gerenta de desarrollo sostenible en Claro, «Solo alrededor del 1 % de los asistentes de instalación técnica en las redes de telecomunicaciones son mujeres.«
La productividad nacional, que aún se encuentra rezagada en comparación con las economías de altos ingresos, se ha identificado como un elemento clave en este contexto. En los últimos 20 años, la eficiencia de Colombia no ha superado el 25 % en comparación con los países desarrollados.
El estudio llevado a cabo por el laboratorio de eficiencia y competitividad empresarial reveló que la diferencia en la productividad entre empresas administradas por hombres y mujeres asciende al 10 %, un porcentaje que supera el 5 % del promedio global. Sin embargo, en sectores como alimentos y bebidas, las empresas lideradas por mujeres logran niveles de productividad similares e incluso superiores a los de sus contrapartes masculinas en industria textil y de preparación.
Por otra parte, el Vice Ministerio de Empleo y Pensiones, Iván Daniel Jaramillo Jasir, ha hecho un llamado a la importancia de llevar a cabo consultas populares.
El Vice Ministerio ha anunciado la reafirmación de los programas de subsidio dirigidos a mujeres. Asimismo, se busca extender la licencia de paternidad para redistribuir de manera equitativa las cargas de cuidado entre hombres y mujeres.
Además, se plantea la ratificación de acuerdos internacionales y la consulta popular debe abarcar la cuestión de género y la diversidad en la regulación laboral. «En el caso de una consulta, elementos que de manera neta no sean legales pueden incorporarse al marco laboral, aunque su respaldo ético y cultural sea fuerte, por ejemplo, en torno al papel de las mujeres, las personas con discapacidad y los campesinos«, aseveró.
El viceministro afirmó que «la consulta no es un capricho político». Foto:Ministerio de Trabajo
El vice ministro hizo énfasis en que «la consulta no es un capricho político, sino una oportunidad para hacer un reconocimiento oficial de un histórico largo y para enriquecer nuestro sistema legal con diferentes perspectivas.»
Solo alrededor del 1 % de los asistentes de instalación técnica en las redes de telecomunicaciones son mujeres.
Maria Consuelo CastroGerente de Desarrollo Sostenible en Claro
Asimismo, vinculó esta iniciativa a reformas laborales y de pensiones impulsadas por el gobierno, subrayando la necesidad de redistribuir las cargas relacionadas con los cuidados, a través de licencias de paternidad más amplias y el desarrollo de políticas de igualdad efectivas.
El vice ministro insistió en que es imperativo «completar el marco de normativas legales» más allá de lo estipulado en los códigos, para reflejar la realidad de todos los ciudadanos y asegurar un trabajo digno e inclusivo.
Por último, Jaramillo mencionó la reciente decisión judicial que permitió la reincorporación de dos trabajadoras embarazadas que habían sido desvinculadas de manera forzosa, destacando que de acuerdo con el programa Jobs for Life, el Grupo de Inspección de Género ya está monitorizando el cumplimiento de la Ronda 26 de 2013 y preparando la ratificación del Acuerdo sobre Violencia y Hostigamiento MOP 190 en los lugares de trabajo.
Estas acciones buscan abrir canales efectivos para mitigar cualquier tipo de presión indebida y garantizar la estabilidad laboral de las mujeres durante el embarazo.
Perspectivas de equilibrio y desarrollo
El panel concluyó que, a pesar de los avances en la representación y propiedad de empresas, los desafíos estructurales limitan severamente el desarrollo de las empresarias.
Los altos costos asociados con las tareas de cuidado, la falta de acceso equitativo al financiamiento, deficiencias en comunicación y capacitación, así como la baja productividad nacional configuran una serie de barreras que requieren soluciones coordinadas entre el gobierno, sindicatos, universidades y el sector privado.
Al mismo tiempo, los ejemplos de éxito y el incremento en la participación de mujeres en posiciones directivas y programas de empleo formal indican que hay oportunidades para el progreso. Los oradores coincidieron en que es esencial articular políticas públicas, estrategias comerciales y formaciones técnicas que permitan convertir estas señales positivas en resultados sostenibles.
También puedes ver:
Juicio del ex presidente Álvaro Uribe – Día 37 Foto:Tiempo