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Economía

El presidente de Apracaria confirma que Colombia debe dar una prioridad para comprar una nueva vida.

  • mayo 6, 2025
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El Presidente de la Asociación bancaria (Appencaria), Jonathan Malagón, realizó declaraciones significativas durante la instalación de la 16. edición del foro sobre la vivienda. En su intervención, ofreció

El presidente de Apracaria confirma que Colombia debe dar una prioridad para comprar una nueva vida.

El Presidente de la Asociación bancaria (Appencaria), Jonathan Malagón, realizó declaraciones significativas durante la instalación de la 16. edición del foro sobre la vivienda. En su intervención, ofreció su perspectiva sobre lo que los colombianos buscan actualmente en el proceso de compra de una vivienda, un tema de gran relevancia en el contexto actual del país.

Malagón, líder del sector sindical, destacó que un alarmante 22.1% de la población colombiana, lo que equivale a cerca de 4 millones de hogares, se encuentra en condiciones de vivienda que no cumplen con los estándares mínimos requeridos. Subrayó que esta situación es la motivación principal detrás de las iniciativas conjuntas entre el sector bancario y el gobierno, quienes han trabajado en la elaboración de hojas de trabajo. Estas herramientas están diseñadas para permitir que los productos financieros se enfoquen específicamente en mejoras y remodelaciones necesarias para las viviendas existentes.

Durante su presentación, Malagón hizo un recordatorio sobre la importancia de estas hojas de trabajo, mencionando que anteriormente los préstamos destinados a la mejora de viviendas estaban principalmente relacionados con la modalidad comercial. Esta evolución en el enfoque busca un impacto más directo en la calidad de vida de las familias colombianas, contribuyendo así a la solución del problema habitacional.

En cuanto a los planes futuros, Malagón precisó que para el año 2030 se espera que el déficit de vivienda, que afecta a una mayoría significativa, es decir, el 19%, permita que 500,000 familias se beneficien de estas iniciativas. Este esfuerzo implica movilizar alrededor de $8 mil millones a través del sistema financiero entre 2025 y 2030. En este sentido, su mensaje fue claro: ante el déficit habitacional, hay una ambiciosa meta de alcanzar un 3% anual en la construcción de viviendas de interés social.

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En relación con el acceso a financiación, Malagón enfatizó la necesidad de ajustar los programas nacionales existentes, enriqueciendo estos con iniciativas a nivel regional que han surgido gracias a los esfuerzos de entidades territoriales en los últimos años. El objetivo es promover la creación de nuevas viviendas, lo que contribuirá a la reducción del déficit habitacional, reduciendo las cifras del 7% al 6%, lo que se traduce en la generación de beneficios que podrían alcanzar 320,000 nuevas viviendas y generar aproximadamente $28 mil millones en préstamos durante un periodo de cinco años.

Además, reveló que la cartera de construcción sostenible ha alcanzado los $6.5 mil millones en el año 2023, lo que representa un 5% del total de la cartera residencial, incluyendo hipotecas y otros tipos de financiamiento constructor. Esto implica un esfuerzo significativo en el sector de la construcción, movilizando recursos que benefician a alrededor de 135,000 constructores y empresas del sector.

Gracias a una serie de incentivos, como los subsidios para viviendas sostenibles y el uso de certificados que permiten tarifas preferenciales, se ha observado un incremento notable en la participación, que ha crecido del 5% a un significativo 17% en los últimos años. Esto muestra que existe una verdadera necesidad y capacidad para mejorar la calidad de la vivienda en Colombia.

Finalmente, Malagón abordó el cuarto pilar, centrado en las alternativas en el sector de bienes raíces. Subrayó la urgencia de seguir promoviendo proyectos que se enfoquen en el arrendamiento y que incluyan nuevos modelos de negocio como la construcción para alquiler, así como una variedad de opciones que beneficien tanto a desarrolladores como a inquilinos. En este contexto, se han asignado recursos para aumentar la proporción de carteras de arrendamiento en bienes raíces, lo que indica un crecimiento del 3% al 10% en los próximos cinco años, facilitando de este modo el financiamiento para desarrolladores interesados en estos modelos sostenibles y accesibles.