En un desarrollo significativo para la seguridad de Cartagena y la protección de su industria turística y portuaria, se anunció la próxima apertura de una oficina de Interpol en la ciudad. Este movimiento representa un avance crucial en la lucha contra el crimen organizado que afecta la distribución turística y portuaria, así como el Caribe colombiano.
La confirmación de que Cartagena será sede de esta oficina vino del general Carlos Fernando Triana, quien es el director de la Policía Nacional de Colombia. Esta importante noticia fue comunicada tras su primera junta formal con el alcalde Dumek Turbay.
El general Triana subrayó la importancia de esta iniciativa, afirmando: «Cartagena contará con todo el respaldo institucional necesario para confrontar las estructuras del crimen organizado. La llegada de Interpol envía un mensaje contundente: no habrá espacio para la impunidad».
Este anuncio no se produce en un vacío; se encuentra contextualizado en el alarmante aumento de la violencia motivada por bandas criminales internacionales, especialmente aquellas involucradas en el tráfico de drogas que han penetrado tanto en sectores de la ciudad como en áreas frecuentadas por turistas. La llegada de Interpol en Cartagena promete facilitar una conexión más directa con agencias de seguridad internacionales, lo cual es vital para el seguimiento y desmantelamiento de redes dedicadas no solo al tráfico de drogas, sino también a la trata de personas y otras actividades criminales.
El alcalde Turbay también compartió su perspectiva sobre el tema, afirmando que «Cartagena es resiliente. Debemos mantener nuestro esfuerzo y continuidad. Estamos invirtiendo en CAI móvil, en nuevas tecnologías y en la capacitación de recursos humanos». Este encuentro formal no solo selló la llegada de Interpol, sino que también sirvió para presentar nuevas medidas de seguridad para la próxima temporada turística, programada para mediados de año.
El general Triana anunció que la policía turística será reforzada, con un enfoque en la preparación bilingüe y un aumento de la fuerza de seguridad, para asegurar que todos los visitantes nacionales y extranjeros se sientan seguros en la ciudad que recibe a miles cada año.
Sin embargo, la llegada de Interpol a Cartagena no solo fortalece la seguridad local, sino que también plantea retos significativos para las autoridades pertinentes. Interpol, que actúa sobre la base de acuerdos multilaterales con países miembros, requerirá no solo un lugar físico adecuado y seguro para sus operaciones, sino también condiciones legales que le permitan operar en el ámbito colombiano sin interferir en la soberanía nacional o en las autoridades locales.
Esto implica, entre otras cosas, asegurar una inmunidad diplomática parcial para sus agentes, establecer protocolos para el intercambio de información con órganos colombianos y garantizar la infraestructura tecnológica internacional necesaria para su funcionamiento.
Actualmente, Colombia solo cuenta con la Oficina Nacional Central de Interpol (OCN) en Bogotá, que está bajo la coordinación de la Dirección de Antinarcóticos e Interpol (Dijin). Establecer una sede en Cartagena significará un paso hacia la descentralización, de acuerdo con fuentes del Ministerio del Interior, que indica que tal instalación debe regularse de manera específica, definiendo protocolos operativos y áreas de competencia.
«Este tipo de oficina demanda un protocolo internacional de cooperación entre el Estado colombiano y la Secretaría General de Interpol. Cartagena tendrá que cumplir con esos requisitos», explicaron fuentes oficiales.
En el plano logístico, el distrito deberá designar un lugar que cumpla con los estándares internacionales de seguridad y comunicación. Esto incluirá el establecimiento de salas seguras para el intercambio de información de inteligencia y sistemas de comunicación cifrada.
«Más allá de la voluntad política, se requieren inversiones concretas en infraestructura, tecnología y capacitación. La ciudad debe estar equipada para asegurar el apoyo técnico y humano requeridos para esta nueva oficina», enfatizó un experto en seguridad internacional de la Universidad de Crimen Organizada.
Aún no está claro de dónde provendrán los fondos para esta inversión; se discute si serán aportados por el gobierno nacional, el distrito, o a través de un programa mixto.
El alcalde Dumek Turbay expresó su disposición a apoyar institucionalmente esta iniciativa, aunque aún no se ha definido cuál será el grado de participación presupuestaria del municipio o cómo se traducirá esto en la práctica.
Otro aspecto crucial que destaca es la jurisdicción. Si bien Interpol no cuenta con capacidades operativas en el territorio colombiano sin la intermediación de la Policía Nacional, sí tiene un papel esencial en las investigaciones internacionales a través de notificaciones, gestiones para la búsqueda de fugitivos y cooperación judicial. Por lo tanto, la colaboración de Interpol en Cartagena debe estar alineada con las oficinas de la Fiscalía General, los jueces locales y otros organismos de control, para evitar conflictos legales.
El anuncio de la oficina de Interpol también abre oportunidades para un incremento en la presencia de misiones diplomáticas y colaboración internacional en el ámbito judicial, especialmente con países de la región del Caribe y Centroamérica, donde operan redes criminales que podrían estar relacionadas con actividades en Cartagena.
Al mismo tiempo, el distrito ha señalado su intención de invertir en tecnologías de vigilancia móvil, así como en el fortalecimiento de los CAI y estrategias de seguridad turística, incluyendo personal policial bilingüe. Sin embargo, consolidar a Cartagena como un nodo para inteligencia internacional regional será un proceso complicado que requerirá tiempo y esfuerzo sostenido.
La transformación de la seguridad en Cartagena es un desafío que se extenderá más allá de las iniciativas inmediatas, y su éxito dependerá de la colaboración efectiva entre distintas entidades y niveles de gobierno.