Iván Zuleta y el Boreón del destino
- mayo 4, 2025
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La noche del sábado 3 de mayo fue testigo de un evento que permanecerá grabado en la memoria de todos los asistentes. El lugar, conocido como May Flor
La noche del sábado 3 de mayo fue testigo de un evento que permanecerá grabado en la memoria de todos los asistentes. El lugar, conocido como May Flor
La noche del sábado 3 de mayo fue testigo de un evento que permanecerá grabado en la memoria de todos los asistentes. El lugar, conocido como May Flor en Valledupar, se transformó en un escenario vibrante donde la música del acordeón, un símbolo icónico de la cultura vallenata, resonó con fuerza. Sin pedir permiso, el acordeón se adueñó del ambiente y estableció el tono para una velada inolvidable.
Fue en ese mágico momento que un hombre, Francisco, se convirtió en el mensajero de las buenas nuevas, anunciando que el talento y el legado se unieron para señalar un nuevo capítulo en la historia del festival: Iván Zuleta Barros fue coronado como el nuevo Rey Vallenato en la versión 58 del Festival de la Leyenda Vallenata. Esta designación no fue simplemente el resultado de un panel de jueces, sino el reflejo de un linaje lleno de pasión y dedicación.
La victoria de Iván no se percibió como un triunfo personal, sino más bien como una consagración de su linaje familiar. En un emotivo discurso, agradeció a su madre, quien había estado preocupada en silencio: «A ti que diste a luz al rey», expresó con una voz temblorosa, recordando que su triunfo era el fruto de generaciones de músicos que, a través del acordeón, le habían dado vida a sus sueños.
Pero el triunfo de Iván no fue en solitario; también se destacó la esencia de Emiliano Zuleta Baquero, un pilar de la música Vallenata, cuya interpretación de «Gallo Viejo» hizo vibrar a todos los presentes. También resonó el aire de Diomedes Díaz, quien, desde el cielo, soplaba su influencia en la interpretación de «La Pula».
¡Tenemos un nuevo rey profesional Vallenato 2025!
Iván Zuleta Barros es coronado como un exponente máximo de acordeón en la versión 58 del Festival de Legend Vallenata.@Mincultura pic.twitter.com/q7uktxowds
– Vallenato Festival (@fesvallenato) 4 de mayo de 2025
Iván, con su sombrero ancestral y una mirada ardiente, no solo se presentó como el nuevo rey, sino como el guardián de una herencia cultural invaluable. «Esta corona no es mía. Viene del viejo Emiliano, que la arrojó, y sé que ahora él está feliz», comentó con profunda gratitud.
La Caja Enrique, presentando a «Cosita» Arias, reavivó los ritmos tradicionales del Vallenato, y en Guachaca, Jaider Daza descifró los susurros del viento con su música. Juntos, crearon una atmósfera de celebración, reafirmando una identidad tan vibrante como la noche misma.
No obstante, Iván no emergió como un individuo aislado en este viaje musical. Fue impulsado por las canciones de muchos grandes: Diomedes, Poncho, Ivána Villazón, Churo Díaz y Rafael Santos. Con su acordeón abierto como un cofre lleno de tesoros, se dispuso a cantar su destino y a contribuir al legado que sus predecesores habían dejado.
Con una voz rota y un corazón completo, fue expresado de esta manera por el nuevo rey de la canción inédita Vallenata Michael Alexander García, de Barranquilla, después de conquistar el sueño, que se dio cuenta durante 25 años. Hoy, las emociones están llenas de eso. @Mincultura pic.twitter.com/o825o2t2sz
– Vallenato Festival (@fesvallenato) 4 de mayo de 2025
Valledupar entendió que esta no era solo una victoria para Iván Zuleta Barros, sino una narración que, finalmente, volvía a su hogar, enriqueciendo el legado de la música vallenata. La celebración continuó cuando Gregorio Javier Gutiérrez, procedente de Riohach, La Guajira, fue coronado como el rey en la categoría de 2025, mostrando su talento y su pasión por esta hermosa música. El segundo lugar fue para Juan Sebastián López, seguido por Juan Miguel Martínez en el tercer puesto.
Sin duda, el festival no solo resalta el talento individual, sino que también une a la comunidad y celebra la cultura de una manera conmovedora. En esta gran noche, la música no solo fluyó; se respiró, se celebró y se vivió.
Carácter