A primera vista, Jasmine Ordonez puede parecer una joven llena de pasión por la vida, llevando tatuajes que cuentan historias y con su largo cabello que vuela libremente al viento. Aunque su apariencia fresca y animada da una impresión de ligereza, es importante notar que detrás de esta imagen hay un espíritu extraordinario que ha logrado lo que solo muy pocos han podido: convertirse en la primera científica de su comunidad en completar un doctorado en astrofísica.

Jasmine proviene de una hermosa localidad en Belén, Nariño, donde su pasión por el conocimiento comenzó a florecer desde una edad temprana. Culminó sus estudios de pregrado en la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), una de las instituciones académicas más reconocidas del país. Durante su tiempo en la universidad, fue ampliamente reconocida en la prestigiosa hoja universitaria por su destacado trabajo en el sistema S1 Bobsleigh, un proyecto innovador que demostró que la masa de su estrella principal es entre el 20% y el 50% más baja de lo que se había estimado anteriormente por los científicos. Esta revelación no solo sorprendió a la comunidad académica, sino que emocionó a Jasmine hasta las lágrimas cuando compartió la noticia con sus padres, quienes siempre han sido su mayor apoyo.

En la actualidad, Jasmine trabaja en Alemania, donde se encuentra involucrada en uno de los radiotelescopios más grandes del mundo. Este impresionante radiotelescopio cuenta con una enorme antena de 100 metros de diámetro, encargada de desentrañar los secretos de las estrellas binarias, sistemas fundamentales para nuestra comprensión del desarrollo del universo. Aunque los temas que investiga pueden ser complejos y difíciles de comprender para muchos, Jasmine tiene un don especial para explicar sus proyectos científicos de manera simple y accesible. Su pasión por el conocimiento es contagiosa, y se refleja en su proyecto de ciencia recreativa, un espacio dedicado a la divulgación científica que busca hacer que el conocimiento sea accesible para todos, convirtiendo conceptos abstractos en ideas que cualquiera puede entender y apreciar.

Además de ser una científica brillante, Jasmine Ordonez se ha convertido en un referente para muchos jóvenes que sueñan con alcanzar las estrellas, inspirando a la próxima generación de científicos y científicos en potencia. A través de su trabajo y su dedicación, ella no solo estudia el cielo, sino que comparte su conocimiento y su pasión con el mundo, motivando a otros a seguir sus pasos y a creer que también pueden contribuir al avance de la ciencia y a la exploración del universo. Su historia es un claro ejemplo de que la perseverancia, la pasión y el compromiso pueden convertir los sueños en realidad, animando a todos a mirar hacia arriba y a alcanzar sus propias estrellas.