Juan José Nieto, el único presidente negro, llega a la casa de Nariño, en el acto de justicia histórica
mayo 16, 2025
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La instalación del busto del único presidente negro de Colombia en la sala de Bolívar en Casa de Nariño marca un hito simbólico en el reconocimiento y reparación
La instalación del busto del único presidente negro de Colombia en la sala de Bolívar en Casa de Nariño marca un hito simbólico en el reconocimiento y reparación de la memoria histórica del país. Este evento tiene una carga emotiva y un significado profundo para la historia nacional, al visibilizar a figuras que, por mucho tiempo, han permanecido en las sombras de la narrativa oficial.
Por primera vez, el personaje Juan José Nieto Gil, el único presidente de la afrocolombianidad en la historia de Colombia, recibe un lugar de honor en Casa de Nariño. Al fin, esta figura sobresaliente se integra al espacio donde se toman decisiones trascendentales para el futuro del país.
La escultura, que tiene una altura de 90 centímetros, es de un tono marrón sobrio y expresivo, creada por el talentoso artista cartagenero Óscar Luis Noriega Sarmiento. Este busto fue instalado en el Sala de Bolívar, donde se reunen los miembros del Consejo de Ministros, quienes toman decisiones fundamentales que afectan a la nación.
Durante décadas, permaneció invisible en las historias oficiales
Juan José Nieto Gil Foto: Archivo
Este gesto, aunque tardío, es de gran relevancia. Es un reconocimiento postergado a un hombre que, a pesar de su importancia histórica como escritor, militar y político, fue invisibilizado en las narrativas oficiales a lo largo de las décadas.
“Este es un acto de justicia histórica hacia las comunidades afrocolombianas, un símbolo de reparación por haber sido sistemáticamente excluidos de la historia nacional”, declaró Francisco Flórez Bolívar, director del archivo general de la nación.
Juan José Nieto, nacido en Baranoa (Atlántico) y desarrollado políticamente en Cartagena, asumió la presidencia el 25 de enero de 1861, en medio de la Guerra Civil, enfrentándose a la Confederación de Granada con los estados de Cauca y Bolívar. Durante el conflicto, el general Tomás Cipriano de Mosquera fue designado presidente de los rebeldes, pero fue Nieto quien, siendo un líder militar en ese momento, asumió la carga del mando hasta el 31 de marzo de ese mismo año.
Es un momento de reparación histórica en el que aquellos que fueron históricamente menospreciados están tomando relevancia. Este busto llega a Casa de Nariño en el momento propicio.
Más de 150 años de olvido en la lista oficial de los presidentes de Colombia
Escultura Juan José Nieto Foto: Archivo privado
A pesar de su relevante papel, su figura ha sido sistemáticamente minimizada. Durante más de 150 años, su nombre fue excluido de la lista oficial de los presidentes de Colombia. No fue sino hasta 2018 que, gracias a los esfuerzos de historiadores, periodistas y líderes sociales, su breve pero significativo mandato fue reconocido oficialmente.
De hecho, una investigación del periodista Gonzalo Guillén fue instrumental para inspirar a Óscar Noriega a crear este homenaje. “Sabiendo que su historia era impactante, me identifiqué con él. Como artista de Cartago y afrocolombiano, sentí la necesidad de reivindicar a través del arte. Al tallar su busto, sentí que restauraba la visibilidad que le fue negada”, dijo Noriega, quien ha realizado más de 40 esculturas, entre ellas una de Gabriel García Márquez en Barcelona.
Las obras fueron completadas en 2020 y presentadas al entonces ministro de cultura, Juan David Correa, hace un año. Después de varias conversaciones, Noriega optó por donar la escultura al presidente Gustavo Petro Urrego, convencido de que no debía estar en una galería privada, sino en un centro político del país. “Es mucho más satisfactorio que estar en un espacio que no honre lo que realmente merece”, añadió Noriega.
El gesto ha sido visto como un poderoso mensaje del gobierno actual hacia la comunidad afrocolombiana en un momento en que se busca promover la visibilidad de líderes y recuperar la memoria de aquellos que fueron históricamente excluidos.
No se trata únicamente de una escultura; es una declaración política, una forma de reescribir la narrativa oficial y recordar que la diversidad ha sido fundamental en la construcción de la nación. Además de su vida política, fue un escritor prolífico. Su novela sobre “La hija del calamar”, una de las primeras obras del romanticismo colombiano, estuvo ausente del canon literario nacional. «Incluso como autor fue marginado. Fue víctima de la ‘amnésica colectiva’ que ahora estamos intentando remediar», destacó Flórez Bolívar.
Para el escultor Noriega, el momento de la instalación del busto no podría ser más propicio. “Este es un momento de justificación en el que aquellos que han sido históricamente menospreciados están volviendo al frente. Este busto llega a Casa de Nariño en un momento muy correcto”, acotó Noriega.
Así, durante las deliberaciones del Consejo de Ministros, el busto marrón de Juan José Nieto silenciosamente vigilará las decisiones del país, que finalmente comienza a reconciliarse con su memoria afro.
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