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No había revancha del Real Madrid con el Arsenal

  • abril 18, 2025
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El Real Madrid se despidió de la Liga de Campeones este miércoles al caer eliminados frente al Arsenal con un marcador de 1-2, en un encuentro de cuartos

No había revancha del Real Madrid con el Arsenal

El Real Madrid se despidió de la Liga de Campeones este miércoles al caer eliminados frente al Arsenal con un marcador de 1-2, en un encuentro de cuartos de final que dejó muchas dudas sobre el rendimiento del equipo blanco. A pesar de la pasión y el fervor que mostraron los aficionados en las gradas, la actuación del equipo fue muy decepcionante, ya que se presentó un juego sin ritmo ni chispa. La primera intervención destacada fue la de Vinícius Junior, quien trató de marcar la diferencia, pero la inicial inspirada del Arsenal, con los goles de Bukayo Saka y Gabriel Martinelli, dejó claro que el equipo inglés controlaba el partido.

Fue un miércoles de emociones intensas, pero no buenas para el actual campeón, que ahora se despide de la Liga de Campeones antes de las semifinales por primera vez desde 2020. A pesar de que la afición intentó motivar al equipo, la realidad fue que el Real Madrid no mostró el deseo ni la agresividad necesarias en el campo. Se sintieron superados, y el Arsenal, muy bien organizado, se aprovechó de esa desventaja. Pese a que Saka falló un penalti casi al inicio del encuentro, rápidamente se hicieron notar y comenzaron a marcar el juego.

El Real Madrid nunca logró crear una sensación concreta de peligro en el área rival. El equipo madrileño dejó escapar la oportunidad de dar un golpe en la mesa al caer en una fe larga en el regreso. A pesar de contar con un equipo talentoso, fue evidente que estaban abrumados en el campo, incluso cuando el VAR anuló una penalización a su favor. La derrota fue un golpe duro, uno que permitió a Gabriel Martinelli marcar el gol que selló el 1-2, mientras que la esperanza que ‘Vini’ había alimentado se evaporó rápidamente.

Con esta derrota, el equipo se queda sin uno de sus grandes objetivos de la temporada más pronto de lo esperado. Un desafío inmediato se avecina con la final de la Copa del Rey en tan solo dos semanas y una lucha reñida contra el FC Barcelona en LaLiga, donde ahora están a cuatro puntos de distancia. Por su parte, el Arsenal demostró su capacidad para manejar el juego y controlar el tiempo a su favor, aprovechando cualquier oportunidad para hacer daño y alcanzo una significativa semi-final tras muchos años, ya que no alcanzaban este nivel desde 2009.

Desde el pitido inicial del árbitro francés Letexier, el Santiago Bernabéu se sumió en un verdadero éxtasis, consciente de la importancia de este encuentro. La energía en las gradas fue palpable durante el primer empuje del Real Madrid, que comenzó a atacar con una presión alta, pero faltó claridad y precisión en los últimos pases. Kylian Mbappé dejó su huella en el partido, pero fue Bukayo Saka quien lo intentó primero con un tiro desde lejos que obligó a Courtois a intervenir.

A medida que avanzaba el primer tiempo, las quejas de la afición blanca aumentaron debido a la ineficacia del equipo londinense. Sin embargo, el árbitro acudió al VAR para señalar una penalización a favor del Arsenal después de un contacto en el área de Madrid. En un instante, las esperanzas de los aficionados se congelaron cuando el portero Courtois ganó el pulso a Saka, quien había decidido ejecutar el penalti con una Panenka fallida.

El moral del madridismo parecía resurgir cuando Letexier volvió a señalar el punto de penalti, esta vez a favor del Real Madrid, tras un control indebido de Rice a un centro lateral. Pero, una vez más, el VAR entró en acción después de momentos de tensión, anulando finalmente el gol por fuera de juego. Esto apagó el ambiente en el estadio, dejando solo un disparo desviado de ‘9’ Real Madrid en un encuentro que demostraba que, a pesar de dominar la posesión, no lograban crear ocasiones peligrosas. El Arsenal continuó amenazando a los merengues con su sólida defensa, formando una línea de cinco que complicaba cualquier intento claro de gol por parte de los de Ancelotti.