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Nueve personas resultaron gravemente heridas quemaduras de segundo y tercer grado, cuatro de ellos en estado crítico, aprox. Una violenta explosión se registró en una bodega rural donde
Nueve personas resultaron gravemente heridas quemaduras de segundo y tercer grado, cuatro de ellos en estado crítico, aprox. Una violenta explosión se registró en una bodega rural donde presuntamente se almacenaba combustible ilegal.
El incidente tuvo lugar en El pueblo de «El Tigrero» bajo la jurisdicción del Río de Oro, al sur del Departamento del Cesar.
Los heridos, la mayoría con quemaduras graves, fueron trasladados a un centro médico especializado de Ocaña (Norte de Santander) debido a la gravedad de sus heridas.
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Río de Oro (sur del Cesar) Foto:archivo privado
Una explosión de gran magnitud se produjo en un edificio que, según las primeras versiones de las autoridades, servía como almacén de combustible artesanal. Las autoridades sospechan que el incendio fue causado por una chispa o por una manipulación inadecuada del material inflamable almacenado.
Rápidamente acudieron al lugar la Policía Nacional y los Bomberos autonómicos para controlar la situación y evitar que el fuego se extendiera a otras viviendas cercanas. Sí, está bien El incendio ha sido extinguido, los daños materiales son importantes y la comunidad permanece en alerta.
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La situación de las personas afectadas por esta enfermedad es extremadamente grave. El personal médico de Ocaña confirmó que el estado de cuatro de los nueve pacientes es crítico y requiere intervenciones intensivas y un seguimiento constante.
Eduardo Esquivel, secretario de gobierno del Cesar, enfatizó la enormidad de la tragedia y el carácter ilegal de la actividad: «Se presume que se trata de un depósito ilegal de combustible donde explotó la estructura. Cuatro de los heridos tienen quemaduras en el 90 por ciento del cuerpo. El incidente está bajo investigación».
Las autoridades iniciaron una investigación formal para determinar si el almacén contaba con permisos para almacenar sustancias inflamables y si la actividad estaba relacionada con el contrabando de hidrocarburos, una práctica común en la zona fronteriza.
El proceso de recolección de evidencia fue complicado debido a las condiciones geográficas de la zona. Arnoldo Osorio Rincón, alcalde de Río de Oro, detalló las dificultades logísticas que enfrentan los organismos de inspección:
«Es una zona muy montañosa y de difícil acceso. Aún no se ha determinado si realmente había un almacén de combustible o una casa en el lugar del incidente. Por ahora, no hay información detallada sobre las circunstancias del incidente, porque por razones de seguridad ni la Policía ni el Ejército Nacional pudieron ingresar a la zona afectada».
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Debido a estas complicaciones, una comisión de la Oficina de Gestión de Riesgos de Río de Oro se desplazará hasta la vereda «El Tigrero» para evaluar minuciosamente las circunstancias de la explosión y esclarecer la naturaleza del depósito secreto.
Documental de la periodista Jineth Bedoya. Foto:
Ludys Ovalle Jácome
Especialmente para EL TIEMPO
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