Operativo militar y humanitario en el sur de Bolívar busca frenar al Eln y devolver la tranquilidad a las comunidades – Ojo critico
agosto 9, 2025
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Con un despliegue en las últimas semanas, la Fuerza Pública reforzó su presencia en el sur de Bolívar para enfrentar a los grupos armados ilegales que operan en
Con un despliegue en las últimas semanas, la Fuerza Pública reforzó su presencia en el sur de Bolívar para enfrentar a los grupos armados ilegales que operan en la zona, en especial al Ejército de Liberación Nacional (Eln) y al Clan del Golfo. La operación tiene un doble objetivo: debilitar la capacidad operativa de estas estructuras y devolver la seguridad a las comunidades que han vivido bajo amenazas y restricciones a su movilidad.
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La Brigada No. 19 instaló tropas en el centro poblado de Canelos, jurisdicción del municipio de Santa Rosa del Sur, desde donde busca ejecutar acciones ofensivas para golpear a las estructuras que delinquen en la región. El plan contempla patrullajes, control territorial y operativos de inteligencia con el fin de neutralizar a los actores armados.
De manera paralela, en el Fuerte Militar de Tolemaida, el Batallón de Despliegue Rápido No. 9 continúa entrenándose en maniobras especializadas que permiten reaccionar de forma ágil ante cualquier eventualidad. Según el alto mando militar, esta capacidad de respuesta rápida es clave para contener brotes de violencia y garantizar que el territorio se mantenga estable.
Ayuda humanitaria tras el confinamiento
Ayudas humanitarias. Foto:Gobernación del Bolívar
A la par de las operaciones militares, la Gobernación de Bolívar, en coordinación con las Fuerzas Militares, la Policía Nacional y distintas entidades, envió una caravana con más de 15 toneladas de ayuda humanitaria para las poblaciones afectadas por un paro armado del Eln que mantuvo confinadas a las comunidades durante 18 días.
La situación dejó a cientos de familias sin acceso a alimentos, medicinas ni productos básicos. Para aliviar la crisis, se enviaron 1.200 mercados con víveres esenciales, tres toneladas de alimentos recolectados en los Montes de María, 2.000 pares de zapatos entregados por la DIAN, así como kits de aseo, utensilios de cocina, medicamentos y otros elementos de primera necesidad.
El gobernador Yamil Arana encabezó el envío de la ayuda y destacó que el propósito es ir más allá de la asistencia puntual. “”, expresó.
Hoy no solo llevamos alimentos y medicinas; llevamos esperanza. Llevamos el corazón de todos los bolivarenses a nuestros hermanos que han vivido días de miedo, encierro y necesidad. Vamos con fuerza, con dignidad, y con la firme decisión de no abandonarlos
Yamil AranaGobernador de Bolívar
Escolta y llamado a intervención nacional
Ayudas humanitarias. Foto:Gobernación del Bolívar
La caravana humanitaria viaja bajo la protección de unidades del Ejército y la Policía para garantizar que los insumos lleguen a las veredas y corregimientos más apartados, algunos de difícil acceso por las condiciones geográficas y de seguridad.
Aunque el paro armado del Eln fue levantado, las secuelas de la crisis siguen latentes. Las autoridades locales advierten que muchas familias aún enfrentan dificultades para recuperar su vida cotidiana, y que las actividades productivas y escolares apenas comienzan a reanudarse.
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Por eso, el gobernador Arana hizo un llamado directo al Gobierno Nacional para que esta ayuda inicial marque el comienzo de una intervención integral. “Desde la región hacemos lo que nos corresponde y más, pero no podemos solos. Si de verdad queremos paz y justicia en el sur de Bolívar, necesitamos que el Gobierno Nacional actúe con decisión y sentido humano”, insistió.
Retos de una región históricamente golpeada
Ayudas humanitarias. Foto:Gobernación del Bolívar
El sur de Bolívar ha sido durante décadas un territorio en disputa por distintos grupos armados ilegales, debido a su ubicación estratégica y a la riqueza de sus recursos naturales. Las comunidades, mayoritariamente rurales, han soportado ciclos de violencia, desplazamientos y confinamientos que afectan directamente su desarrollo.
Las autoridades locales y regionales sostienen que, sin inversiones sostenidas en educación, salud, infraestructura vial, generación de empleo y proyectos de desarrollo rural, la presencia de la Fuerza Pública no será suficiente para garantizar una paz duradera.
La operación en curso es vista como un primer paso para recuperar la confianza de la población. Sin embargo, líderes sociales advierten que el compromiso debe ser constante y acompañado de medidas que ataquen las causas estructurales del conflicto, para que lo ocurrido en estas dos semanas de parálisis no se repita.