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Oración viva de crucis a través de Roma

  • abril 18, 2025
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En este significativo día, 18 de abril, el mundo católico se une en la celebración de la Pasión de Cristo, marcando un momento de profunda espiritualidad y reflexión,

Oración viva de crucis a través de Roma

En este significativo día, 18 de abril, el mundo católico se une en la celebración de la Pasión de Cristo, marcando un momento de profunda espiritualidad y reflexión, especialmente en ausencia del Papa Francisco, quien se encuentra en proceso de recuperación tras haber sufrido una inflamación pulmonar que lo llevó al borde de la muerte. Durante esta celebración, se conmemoran las catorce estaciones que representan las diversas etapas que Jesús atravesó desde su condena hasta su crucifixión y el posterior entierro.

Las liturgias y ceremonias pueden ser seguidas en línea, a través del canal de YouTube Ewtnepañol, brindando la oportunidad a los fieles de participar desde diferentes partes del mundo. La celebración de la Pasión del Señor comenzará a las 17:00, hora local en España, seguida del evento de Crucis a las 9:15 de la mañana.

Vale la pena destacar que el Papa Francisco también ha compartido reflexiones en su manuscrito, guiando a los cristianos en este recorrido espiritual. En sus palabras, hace un llamado a la introspección y al autodescubrimiento, indicando que a menudo nos encontramos atrapados en nuestras propias limitaciones. Su mensaje es claro: necesitamos detenernos y reflexionar sobre nuestras vidas y elecciones.

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Interesantes relatos también nos llegan de otros eventos actuales, como el exitoso regreso de la misión NS-31 de Blue Origin, junto con otros eventos que marcan la actualidad de nuestra sociedad cristiana y científica.

El Papa Francisco nos invita a meditar sobre el significado de la libertad en nuestras vidas, destacando que la condena de muerte que recibió Jesucristo es un recordatorio del drama que enfrentamos en la lucha por nuestras libertades. En sus reflexiones, el Papa enfatiza la importancia de liberarnos de nuestras ataduras, mencionando que muchas veces nos convertimos en prisioneros de roles y circunstancias que no deseamos, e instando a los fieles a liberarse de estos pensamientos y comportamientos que nos atan.

Viernes largo: Reflexiones del Papa Francisco

Crucis a través de la oración de los que se mueven

El Papa Francisco señala que, en el camino que Jesús recorrió al Calvario, se encuentra nuestra propia migración hacia un nuevo país, uno donde Cristo busca cambiar el mundo. Nos invita, además, a girar en dirección a la bondad y reflexionar sobre nuestros pasos.

Por ello, es vital que la oración a través de las estaciones del Crucis sirva como un recordatorio por aquellos que están en movimiento en busca de nuevas oportunidades y realidades. A menudo, hacemos un camino lleno de cálculos y expectativas, donde la generosidad parece ser un lujo, pero el mensaje del Papa es que siempre hay lugar para la esperanza y la renovación.

En sus enseñanzas, nos recuerda que incluso en contextos de división y conflicto, el regalo del amor de Dios puede regenerar nuestras vidas, restaurando no solo ciudades desgarradas por enfrentamientos, sino también corazones endurecidos, que pueden llegar a ser de carne nuevamente, teniendo en cuenta el profundo amor del Señor.

La libertad del hombre:

La primera estación nos recuerda que el juicio que sufrió Jesús no fue solo un ejercicio de poder, sino un símbolo de las luchas que enfrentamos cada día por nuestra libertad. En su justicia divina, nos entregó el mandato de liberar a los que son injustamente acusados, enfrentando la complejidad de nuestras vidas y defendiendo la dignidad de cada ser humano.

A menudo nos encontramos luchando con miedo al cambio, donde la estabilidad parece convertirse en una trampa. A pesar de estar rodeados de razones y preocupaciones que nos hacen sentir cómodos debate de si debemos tomar una acción o permanecer en nuestra zona de confort. Sin embargo, a pesar de nuestros temores y justificaciones, Jesús nos llama a la solidaridad y a la participación activa en la vida de los demás.

La 11ª estación destaca cómo Jesús, incluso en su sufrimiento, decide prestar atención y rodearse de los que están a su lado en la crucifixión. Este acto nos recuerda la importancia de la empatía y la compasión, enseñándonos que a pesar de las adversidades, siempre hay espacio para la elección y la conexión humana.

Caer y levantarse:

La tercera estación de este Via Crucis nos presenta a Jesús cayendo por primera vez, un poderoso recordatorio de que todos enfrentamos tropiezos en el camino. El Papa Francisco reflexiona sobre cómo en cada caída hay una oportunidad de aprendizaje y crecimiento, destacando que cada vez que nos levantamos, reafirmamos nuestra capacidad para comenzar de nuevo. A lo largo de la vida nos encontraremos momentos de duda y confusión, pero es en esos instantes donde encontramos la gracia y la responsabilidad.

En el proceso de crecimiento y errar en el camino, lo más importante es reconocer que, aunque Jesús es nuestro modelo, también está con nosotros en cada caída, convirtiéndose en parte de nuestra historia, al mismo tiempo que nos recuerda la aspiración hacia la santidad. En momentos difíciles, como el que atraviesa la humanidad, la invitación es a aprovechar la gracia divina para levantarnos con más fuerza y determinación.

Como cirineos:

Francisco alude a otras figuras del Via Crucis, como Simón de Cirene, quien toma la cruz de Jesús sin cuestionar su papel. Este acto de solidaridad nos enseña que a menudo encontramos a Dios en nuestras acciones más simples, aquellas donde decidimos detenernos y ayudar, sin esperar nada a cambio. El llamado del Papa es claro: necesitamos detenernos para ser parte activa en la vida y el sufrimiento de quienes nos rodean, porque en esas interacciones crudas y reales, encontramos la verdadera esencia de lo que significa ser humano.

Mujeres en el camino al Calvario:

Las mujeres juegan un papel crucial a lo largo de las diferentes estaciones, mostrándose como símbolo de compasión y fe. Desde María, la madre de Jesús, hasta Verónica, quien se acerca para aliviar su sufrimiento, todas ofrecen un espacio de conexión y amor que desafía las adversidades. El Papa nos recuerda que hay un profundo entendimiento entre Jesús y las mujeres que le rodean, resaltando que su papel es fundamental y que su compasión es un regalo invaluable para la humanidad.

Las hijas de Jerusalén, quienes lloran por Él, se nos recuerda que nuestras lágrimas deben ser un signo de compasión, una respuesta genuina a la sufrimiento humano. A través del dolor compartido, el llamado es a sanar heridas colectivas y aprender a empatizar con los que sufren, cumpliendo así el deseo de Jesús de construir un mundo donde el amor y la comprensión prevalezcan.

Jesús está entre los que todavía esperan

Finalmente, en la última estación, se enfatiza el significado de esperar. Cuando Jesús es entregado a José de Arimatea, se simboliza la esperanza que existe en medio de la desolación. El llamamiento del Papa es que nunca debemos desmayar en nuestras esperanzas, incluso cuando las condiciones externas parecen adversas e imposibles. Al permanecer en espera, entendemos que Cristo también está con nosotros en nuestras angustias y anhelos, invitándonos a mantener la fe y a esperar la luz que vendrá tras la tempestad.

Con esta poderosa reflexión sobre el sufrimiento, la libertad y la redención, el Papa Francisco nos invita a repensar nuestra propia humanidad y a reconocer la importancia de la empatía, el amor y la conexión en un mundo que a menudo parece dividido. A medida que nos dirigimos hacia el futuro, su mensaje resuena en nuestra necesidad de cultivar la esperanza y la fe, que son las verdaderas fuerzas que nos unirán en la búsqueda del bienestar común.