Tragedia Una fuerte tormenta terminó varias casas en el Tumaco, distrito de Nariño
mayo 4, 2025
0
Una fuerte tormenta azotó el Corregimiento de La Guayacana, en las zonas rurales de la comuna de Tumaco, en Nariño, dejando a numerosas familias sin hogar. Los techos
Una fuerte tormenta azotó el Corregimiento de La Guayacana, en las zonas rurales de la comuna de Tumaco, en Nariño, dejando a numerosas familias sin hogar. Los techos de las viviendas fueron llevados por los vientos, como si fuesen sábanas de papel arrojadas al aire. La historia de esta devastación, que muchos en la comunidad describen como algo sin precedentes, comenzó en la tarde del sábado 3 de mayo.
La tormenta empezó con una ligera lluvia, pero rápidamente se intensificó con vientos violentos que generaron destrucción casi completa en sus hogares. No solo las chapas de zinc se levantaron del suelo, sino que también volaron por el aire junto a las ventanas, como si una inundación castigara a Tumaco, una ciudad que ha enfrentado numerosas adversidades a lo largo de su historia, marcada por años de violencia y conflicto armado.
Varios residentes, a pesar del pánico y la desesperación, decidieron tomar sus teléfonos celulares para grabar el desastre, asegurándose de que quedara un testimonio gráfico de los terribles momentos que vivían hombres y mujeres, adultos mayores y jóvenes por igual.
Muchas casas han sido dañadas. Foto:Específico
Las palabras de una mujer, visiblemente angustiada, resumieron la pérdida: «Así era mi pequeña casa», decía mientras mostraba cómo el viento había dejado su hogar de madera casi en ruinas. La fuerza del viento, además de la tormenta, afectó severamente las redes eléctricas, dejando a toda la comunidad sin energía, justo cuando muchos dependen de la agricultura y la pesca para su sustento.
No hay servicio de energía
Hasta las primeras horas de este domingo, no se había restablecido el suministro eléctrico. Los habitantes esperaban la llegada de funcionarios del gobierno municipal de Tumaco y miembros de agencias de emergencia para evaluar los daños que había provocado este grave incidente.
Las autoridades locales requieren solidaridad. Foto:Específico
Un residente expresó su frustración: «Aquí necesitamos al presidente de la Junta de Gestión, si no está, ¿dónde está la oficina?» Esta falta de respuesta por parte de las autoridades fue motivo de gran indignación entre los afectados, quienes clamaban por atención y apoyo. «Permítanles venir a tomar fotos y ver cómo estamos aquí, el alcalde o cualquier otro, pero tienen que venir», pedía con gran desesperación.
La angustia era palpable en el aire, y muchos vecinos se ofrecieron para ayudar a aquellos que no sabían dónde pasar la noche. «La gente aquí está desesperada, no saben qué hacer», comentó uno de los hombres con la voz entrecortada, consciente de la ausencia de cualquier figura de autoridad en un momento tan crítico.
La situación era devastadora: «La verdad está muy afectada; miren mi pequeña casa, todo está destruido», lamentaba otro residente, mientras mostraba cómo su hogar había quedado tras el desastre. La desolación era evidente en cada rincón, y las palabras de los afectados reflejan un sentimiento de frustración y vulnerabilidad: «La gente aquí está desesperada sin saber qué hacer».
«Lo que ocurrió fue sorprendente; nunca hemos visto algo así aquí», compartía un residente que definió el evento como un fenómeno natural inesperado, un tornado que había traído consigo la destrucción a varias familias. «En un segundo se acabó todo; un tornado nunca había ocurrido aquí antes, todo fue cuestión de un momento», recordó con resignación. El eco de su tristeza resonó en sus palabras mientras expresaba lo que había perdido, recordando el esfuerzo que había puesto en construir su hogar para su familia.
La movilidad también se vio afectada. Foto:Nariño llorar
Piden ayuda
Al despertar este domingo, los habitantes solo pudieron constatar la magnitud del desastre que había afectado su ciudad natal. Las imágenes eran desoladoras: casas destruidas, árboles caídos y una comunidad profundamente impactada por lo ocurrido.
Surgieron con la esperanza de encontrar solidaridad y generosidad en los tumqueños, que podrían ofrecer donaciones de alimentos, ropa, mantas y medicamentos, elementos que se necesitaban con urgencia en medio de la gran incertidumbre.
Las voces de madres y niños resonaban, muchos sin saber dónde pasarían la noche. El clamor por ayuda y la necesidad de respuesta ante esta tragedia era apremiante.