Un ecosistema costero dañado para siempre por el abandono, la salinidad excesiva y las aguas residuales.
– Ojo critico
noviembre 7, 2025
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A veces el Manatee Swamp parece no existir. Escondido detrás de las cabañas, clubes y edificios que se han apoderado de sus costas, este humedal costero del Atlántico
A veces el Manatee Swamp parece no existir. Escondido detrás de las cabañas, clubes y edificios que se han apoderado de sus costas, este humedal costero del Atlántico norte está perdiendo visibilidad física, ecológica y política. No hay mucho acceso público, no hay una comunidad que lo defienda y Cada vez hay menos agua dulce, menos manglares y menos vida.
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Pero está ahí. tranquilo, degradadohipersalinizado. Y si no se toman medidas rápidamente, podría desaparecer, como pasó con el Pantano de Balboa. Barranquilla Y Puerto Colombia vulnerables a la erosión costera, la pérdida de biodiversidad y luego cubrir los costos de las obras que tienen como objetivo reparar, gratuitamente, lo que la naturaleza ya ha hecho.
Un ecosistema que se está secando por dentro
Ciénaga de los Manaties se encuentra entre Punta Roca y Ciénaga de Mallorquínen la franja norte de la costa atlántica. Es una laguna costera de poca profundidad, históricamente alimentada por el Arroyo León y conectada periódicamente con el Mar Caribe. Su equilibrio dependía de la dinámica de los estuarios: afluencias de agua dulce durante la estación lluviosa, pulsos de agua salada durante la estación seca y un bosque de manglares que regulaba la salinidad, protegía la costa y Sirvió de refugio para peces, crustáceos y aves.
Este pantano se caracterizó por conexiones temporales con corrientes marinas y de agua dulce. Foto:CRA
Este equilibrio se ha visto perturbado. Según el maestro Nelson Rangel BuitragoExperto en ecosistemas costeros de la Universidad del Atlántico, la desconexión del arroyo León transformó el sistema de un estuario a una laguna costera, aumentó la salinidad, aceleró la muerte regresiva de los manglares y degradó la calidad del hábitat. “La pérdida de conexión con el arroyo León, sumada a las obras costeras y la presión antropogénica, resultó en un colapso funcional de los humedales”, advierte.
Análisis multiperíodo realizado por Corporación Regional Autónoma del Atlántico (CRA) de 2004 a 2025 muestra el retroceso de la costa, la obstrucción de las alcantarillas que deberían permitir el flujo de agua dulce y expansión de las ciudades a áreas previamente cubiertas de vegetación. En 2016, las imágenes de satélite mostraban profundos tonos de rojo: vegetación espesa y saludable. En 2025, el embalse aumentará, pero los manglares desaparecerány un color más claro indica intrusión del mar y pérdida de profundidad.
Contaminación y obstrucción: un doble golpe
El pantano no sólo dejó de recibir agua dulce. Ahora recoge aguas residuales. Doctor Iván Martín León Lunaoceanógrafo y geólogo costero, explica que en el Arroyo León se realizaron trabajos de construcción que profundizaron su cauce y evitaron la inundación de áreas adyacentes que alimentan el pantano. “Este canal ya no transporta solo agua de lluvia, también transporta aguas residuales del suroeste de Barranquilla– enfatiza.
Desde 2023, se han reportado dos muertes de peces como resultado del lavado de desechos en los pantanos. Foto:CRA
La consecuencia es una obstrucción acelerada: se acumulan sedimentos, disminuye la profundidad y disminuye la superficie del agua. «Si la laguna se llena, desaparece como tal. Y luego las olas del Mar Caribe golpearán directamente las costas donde están instaladas estas cabañas. El mar puede tragárselo.– advierte el experto.
Aparte deLos contaminantes orgánicos modifican las comunidades bentónicas y pelágicas. La abundancia de poliquetos en sedimentos enriquecidos orgánicamente indica pérdida de biodiversidad, cambios en la geoquímica de los sedimentos y Deterioro de la hidroquímica del agua.
No hay comunidad, no hay defensa.
A diferencia de Ciénaga de Mallorquín, que cuenta con el apoyo comunidades más grandes como La Playa y Las Florespor lo tanto, la Ciénaga de los Manatíes no cuenta con una base social organizada para defenderla. “Hay sentido de pertenencia, luchas sociales y cuidado ambiental en Mallorquín. En Los Manaties, el desarrollo urbano se ha apoderado de las costas junto con cabañas y discotecas. No existe tal acceso, ni visibilidad, ni defensa.”, lamenta Martín León.
Pobladores, pescadores y algunas organizaciones han realizado una labor social y ambiental en la zona. Foto:Redes sociales
La invisibilidad no es sólo física, sino también institucional. No existen inventarios actuales de peces, mariscos y aves acuáticas. Los estudios de fitoplancton realizados en 2020 muestran cambios en la base trófica como resultado del aumento de la salinidad, pero no hay seguimiento de las redes alimentarias superiores. “El patrón observado sugiere un riesgo para las etapas juveniles de los peces de estuario, los decápodos y las aves zancudas/de manglares”, advierte Rangel.
Sin embargo, todavía hay algo que puedes hacer. Ambos expertos coinciden en que todavía hay margen de acción. Las propuestas incluyen:
Reconexión hidráulica: apertura selectiva de canales históricos, profundización de canales ciegos, instalación de compuertas de bajo nivel que permitan el flujo de agua dulce y sedimentos finos.
Gestión de la cuenca baja: limpieza de basura, control de vertederos, recolectores de basura en afluentes urbanos, revitalización de corredores costeros.
Regeneración de manglares: Plantación asistida sólo una vez restablecido el régimen hídrico, priorizando la microtopografía que asegure la hidrodinámica de las mareas.
Monitoreo y gestión adaptativos: estaciones de medición de salinidad, nivel, turbiedad y clorofila, campañas de ictiofauna y aves, auditorías semestrales con participación comunitaria.
Se ha demostrado que sus reservas de agua aumentan debido a la drástica reducción de los bosques de manglares.Foto:CRA
Serían actores clave CRA (autoridad de protección ambiental), o Gobernación del Atlántico (financiación y obras de fontanería), en consulta con alcaldes Barranquilla y Puerto Colombia (economía urbana y residuos), INVEMAR (proyecto de seguimiento y evaluación ecológica), DIMAR (competencia marítima y obras offshore), universidades (investigación aplicada), AUNAP (conexión con la pesca) i consejos comunitarios (cogestión y supervisión).
¿Qué está en riesgo?
La pérdida de Ciénaga de los Manatees tendría consecuencias más allá del medio ambiente. También tendría una dimensión urbana, económica y social. «Muchas poblaciones de lisas, lebranches y róbalos están disminuyendo. La protección costera está desapareciendo. Y luego vienen las costosas obras civiles. Intentan solucionar lo que ya hizo el manglar”, advierte Martín León.
Ya se hizo historia con Balboa. Puerto Colombia hoy enfrenta serios problemas de erosión. “Estamos desapareciendo los ecosistemas naturales que nos han protegido, y luego estamos pagando el precio– resume.
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Hay un pantano de manatíes allí. Moribundo pero vivo. Y todavía se puede salvar. Pero para hacer eso, primero debes verlo.
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Camilo Álvarez Peñaloza, periodista EL TIEMPO Barranquilla @camiloa.ap_20